Con la asistencia de más de 40 ilustres juristas se desarrolló ayer en la sede de FIDE la sesión dedicada a las funciones arbitrales de la CNMC cuyo objetivo era analizar la Propuesta de Reglamento de Arbitraje de la CNMC cuyo trámite de información pública finalizó el pasado 23 de octubre de 2023; valorando los problemas prácticos y jurídicos que se plantean en relación con las funciones que la CNMC pueda tener como tribunal arbitral o, en su caso, como corte arbitral, así como las dudas que genera el ejercicio de funciones arbitrales por parte de un organismo que tiene atribuidas competencias sancionadoras y de autorización de operaciones. La sesión fue moderada por el presidente de la sección de Arbitraje y Litigación internacional, Ignacio Díez-Picazo y en ella intervinieron Miguel Bordiú García (Secretario del Consejo de la CNMC) y Santiago Martínez Lage, presidente del despacho.
En el desarrollo de la sesión se puso de manifiesto que la asunción por la Administración de funciones arbitrales plantea problemas muy complejos. En el caso de la CNMC, la Ley le confiere indudablemente la facultad de administrar arbitrajes y aun siendo dudoso que le atribuya también la competencia de actuar como tribunal arbitral, lo cierto es que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le viene reconociendo, desde el año 2016, también esta facultad.
En cuanto a la propuesta de Reglamento de arbitraje de la CNMC sometido a información pública, el presidente del despacho insistió en que debieran recogerse las dos “funciones arbitrales” que puede ejercer la CNMC -administrar arbitrajes y arbitrar ella misma-, estableciendo para cada una de ellas la regulación correspondiente. Las partes en el convenio arbitral debieran explicitar a cuál de las dos funciones de la CNMC desean acogerse. También señaló que en materia de reclamación de daños derivados de infracciones al derecho de la competencia, la CNMC, actuando como administradora de estos arbitrajes, podría jugar un papel importante.